“La inseguridad nos acecha a diario”, afirma una emprendedora de Calchaquí que cerró su tienda por un robo total de mercadería

El robo ocurrió el 3 de mayo en la intersección de las calles San Martín y Salta, pero aún no ha sido esclarecido. ” Se llevaron prácticamente toda la mercadería. No hay novedades. Y con mucha tristeza decidí que nuestro proyecto no puede seguir”, señaló la emprendedora y docente Alicia Andrada en una carta abierta.

CARTA ABIERTA TEXTUAL

Hoy quiero contarles algo.

A veces las circunstancias de la vida hacen que uno tenga que buscar otras salidas laborales. Sabemos que la situación actual no es fácil, y muchas familias buscan constantemente alternativas para llegar a fin de mes o ayudar a los suyos.
En mi caso, comenzamos un emprendimiento familiar de venta de ropa. Poco a poco fuimos incorporando variedad, escuchando las necesidades de nuestros clientes. Así nació Tienda El Rincón de Catalina, un proyecto que emprendimos con mis hijos y sus familias. Le pusimos todo: energía, tiempo, amor y mucho esfuerzo económico.

Pero no todo es color de rosa.

El 3 de mayo, los dueños de lo ajeno —esos que no valoran el trabajo y solo buscan lo fácil— entraron a mi casa y se llevaron prácticamente toda la mercadería. Fue algo claramente organizado. Siempre hay alguien que observa, que estudia tus movimientos. Pero uno, ocupado en el trabajo diario, no se detiene a mirar esos detalles… hasta que ya es tarde.

Los que son emprendedores saben cuánto cuesta empezar un proyecto. Y lo cuento recién ahora porque tenía la esperanza de confiar en la justicia, en quienes por ley tienen el deber de protegernos. Pero parece que no solo te roban, sino que además uno tiene que hacer de detective, investigar por sus propios medios, porque las respuestas no llegan.

Esto no fue un caso aislado. Cada día se escuchan historias similares en distintos barrios: familias que pierden cosas que les costó meses de cuotas, sacrificios y renuncias conseguir. Y no estamos hablando de lujos, sino de cosas necesarias, del fruto del trabajo honesto.

Pasó una semana. No hay respuestas. No hay novedades. Y con mucha tristeza decidí que nuestro proyecto no puede seguir. No es justo trabajar para que vengan, se lleven todo, y encima lo vendan por dos pesos. Jamás sabrán lo que significó para nosotros cada prenda.

Hoy me tocó a mí, como a muchos. Vivo en Calchaquí, una ciudad que alguna vez fue tranquila, un pueblo con alma. Pero hoy ya no podemos movernos con libertad: la inseguridad nos acecha a diario.

Gracias de corazón a quienes estuvieron ese día, a quienes nos acompañaron, a los que confiaron en El Rincón de Catalina y antes en Tienda La Luna. Estoy infinitamente agradecida con cada cliente que pasó por el local, que nos eligió, que nos apoyó.

Solo me queda decir: cuidémonos entre todos.
Siempre hay alguien mirando. Siempre.
Y que este mensaje llegue. Porque vivir con miedo no es vivir.

También puede gustarle...